Miramar comienza con asentamientos espontáneos desde principios del SXX, se declaró como la fecha de su fundación el 18 de Noviembre de 1924, dÃa en que el gobernador Julio A. Roca h., firma el decreto de fundación legalizando el plano del pueblo. Único asentamiento humano organizado que vive en la ribera de la mayor cuenca cerrada de Sudamérica, la laguna Mar Chiquita o Mar de Ansenuza. En el año 2014, un decreto del Gobernador Juan Manuel de la Sota declara Miramar de Ansenuza, para destacarnos del resto que también llevan nuestro nombre, y hacernos más notables. Hoy su historia se cuenta a través de restos de hoteles que enaltecieron a la localidad en la década del `70.
Barro, tren y mar
Los primeros asentamientos espontáneos datan de principio de siglo; cercanos a terrenos salinos, lodosos, que contenÃan propiedades curativas, y que atrajo con el tiempo a turistas de todo el mundo, como lo eran principalmente alemanes e italianos. La fango terapia y la inmersión a estas aguas salobres, tratamientos de cuarenta minutos cada uno, y al repetirse 2 veces por dÃa, llevaban a una disminución a las dolencias, muchas veces de manera total. Hizo surgir lo que hoy es, nuevamente una localidad, Ãntegramente turÃstica. Lorenzo Barone construyó lo que es considerado el primer alojamiento en 1908: 20 habitaciones construidas como lo eran nuestros ranchos criollos de adobe y postes de quebracho. Localidad que fue expandiéndose, con la llegada del tren en 1912; asà estos turistas llegaban de las ciudades más importantes, como Córdoba, Rosario y Buenos Aires; para luego transitar 12 km por tierra y llegar asà a estos alojamientos a buscar alivio a sus dolencias. Uno de los alojamientos que más se destacaron, correspondÃan a la familia Rosso, llegados a estas tierras después de la década de 1910, tan rápidamente creció debido a ser una familia visionaria por aquellos tiempos, con ideas europeas de lo que buscaban ser. Asà fue. Para la década de 1930, tal alojamiento destacó por ser en pocos años uno de los más importantes, a tal punto que la localidad lleva su nombre MIR-MAR. De los servicios más importantes que tenÃa destacan los primeros Ford T, cero km, los primeros que habÃan salido de fábrica. A la economÃa de la localidad, se le sumo, un gran número de criaderos de coypus , produciendo asÃ, más de 200 mil pieles, que se exportaban nacional e internacionalmente, dicha económica tuvo su principal auge en la década el 80, siendo por aquellos años, una de las que salvaban a la localidad. En la actualidad, solamente quedan 5 criaderos de nutrias, hoy remontando por lo saludable de su carne, pudiéndose hoy conocer y visitar los mismos criaderos. En mayo en la localidad se festeja “La Fiesta Provincial de la Nutria”, que atrae a turistas gastronómicos, de todo el paÃs. La localidad estuvo atravesada por diferentes vicisitudes, predominando siempre como problemática real, los avances de la laguna. La relación que mantuvo la localidad, con una laguna cÃclica, que le dio vida, pero que por el contrario muchas veces, casi se las quito. Sufrió sequÃas, en dos oportunidades, donde las aguas han estado tan lejos como 3 km de la misma localidad, pero fue fácil organizarse en estos perÃodos, por la implementación de canales; el problema real anteriormente mencionada siempre fue el avance de la laguna, sobre la localidad. En el primer avance, en el año 1959, se intentó detener el mismo con piedras enviadas por el gobierno de Córdoba, infructuosamente, debido a su caracterÃstica de avanzar lentamente y filtrar por debajo de la misma defensa. Avanzando en el año 1961, dentro del Hotel Mira-Mar, permaneciendo allà el agua, casi dos años, por lo que llevo al cierre definitivo del mismo, y la pérdida de la edificación. Obviamente no fue la única, y este avanzo freno en el año 63, dando respiro a los residentes, con un perÃodo de sequÃa que asà iniciaba.
La marea de los Â’70
La década del 70 fue uno las más importantes de Miramar, su época de oro y de esplendor, llegando alcanzar una capacidad de 70 mil turistas, en la temporada, única en la provincia de Córdoba, con más de 100 hoteles, más hospedajes, hosterÃas; y que destacaban sus grandes pistas de bailes. Sin embargo su brillo no durarÃa mucho. Por los años 77 y 78, una laguna que comienza a crecer, y que lo primero que perjudica, era el hotel que más distinguÃa, Hotel Copacabana, ya que en el mismo se ubicaba el Casino de la localidad. El cual se traslada por pocos años al Gran Hotel Viena, hasta que se traslada definitivamente a la ciudad de Carlos Paz, también llevándose su gente con él. En esos años rápidamente, la costanera se complementa con grandes bloques intentando frenar el avance del agua. Lamentablemente este perÃodo de lluvia dura casi 10 años, avanzando sobre un total de 27 manzanas, y perdiéndose asà 400 edificaciones. Lo que llevo que muchos abandonaran la ciudad, el 60% de la población. Las más bellas de la localidad, y que ofrecieron hasta 1992, un paisaje triste y donde el tiempo lo torno peligroso. A pesar de las adversidades naturales , para quienes quedaron, aparece en estas aguas y debido a su baja salinidad, el pejerrey, un elemento nuevo en la economÃa de la misma, donde se comienza con la pesca comercial del mismo, (hoy prohibida). Aquà se produce el auge de los criaderos de la falsa nutria.
Detonación y después
Este paisaje que mostraba más de media ciudad bajo el agua, llega a fin el 15 de setiembre de 1992, desde el Municipio y con la ayuda del Gobierno Nacional, se comienzan con las detonaciones de las edificaciones. Una escuela para aprender a detonar, según relatan los militares que se hicieron presentes. Las detonaciones más importantes de la Argentina no solamente por este hecho, sino porque se realizaron bajo el agua, implosiones, y controladas. Dando asà un aspecto menos triste, donde solo el sol se pudiera admirar ocultándose en la laguna. Con un paisaje distinto, menos triste, menos peligroso, y un espÃritu en la gente que no nos dejariamos abatir, van surgiendo de poco emprendimientos, como los alojamientos, una playa, crear un nuevo centro. CreÃmos haber logrado un acuerdo de paz con esta maravillosa laguna. Pero en el año 2003, sus aguas volvieron avanzar, por tercera vez en un sector de la localidad. Igualmente ya nos dejarÃan abatir por ello. Nuevos estudios demostraron el pico máximo de la laguna es de 10.000 km2. El Gobierno de Córdoba, muy presente ésta vez, con su apoyo logramos resurgir nuevamente. Un nuevo barrio, donde reubicar estas familias. Una Costanera que nos vuelve embellecer, que nos vuelven a iluminar como pueblo. nos dejo ilusiones y sueños que se cumplieron con el paso del tiempo. Hoy es un pueblo con nuevas oportunidades para los mismos residentes, y para quienes vienen con ilusiones al mismo. Cada año tenemos actividades que nos invitan a sumergirnos a este para paraÃso.